Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.
El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.
Hoy te cuento la historia de Luis, de 32 años, que nos escribe desde Surco.
Doctora Magaly, hace un tiempo que mi relación con Mariana cambió y siento que peleamos por cualquier cosa. Antes disfrutábamos mucho el tiempo juntos, pero ahora las discusiones son casi diarias y por temas pequeños como quién lava los platos o qué vamos a hacer el fin de semana. Me duele que la convivencia, que antes era buena, se haya vuelto una fuente de estrés.
Intento conversar con ella para entender qué pasa, pero Mariana muchas veces se cierra y evita hablar cuando hay tensión. Siento que la comunicación se perdió y que ambos llegamos agotados del trabajo, lo que hace que todo sea más difícil. A veces me pregunto si realmente podremos volver a ser como antes o si esta rutina nos está desgastando demasiado.
Lo peor es que estas peleas nos distancian y, aunque nos queremos, cada vez estamos más callados o evitamos hablar para no pelear. Quisiera que pudiéramos encontrar maneras de resolver los problemas sin enojarnos tanto, porque siento que esta situación podría acabar con lo que construimos juntos.
No sé si soy yo, ella o los dos, pero necesito ayuda para que la relación mejore y volvamos a disfrutar. ¿Qué puedo hacer para que esta mala racha pase y podamos recuperar la confianza y la alegría de estar juntos?
CONSEJO
Luis, es común que el estrés del día a día afecte la convivencia y provoque discusiones frecuentes por cosas pequeñas. Lo primero es aceptar que ambos quieren que la relación funcione y que es momento de buscar soluciones juntos. Busquen espacios para hablar, aprendan a ceder en algunas cosas y también es útil manejar el estrés individual. Suerte.




