Las calles de Lima norte se han convertido en un verdadero dolor de cabeza para miles de conductores y peatones. Los huecos y baches que se multiplican en avenidas principales no solo dañan los vehículos, sino que también generan un constante riesgo de accidentes.
Distritos de Lima Norte, como San Martín de Porres, Los Olivos, Comas, Independencia y Carabayllo viven a diario esta problemática que, pese a las reiteradas denuncias, aún no encuentran solución.
PEDIDO
La Defensoría del Pueblo ha vuelto a alzar la voz y ha solicitado a la Municipalidad de Lima un plan urgente de mantenimiento vial.
Según la institución, las calles deterioradas no solo afectan la calidad de vida de los vecinos, sino que comprometen directamente la seguridad de quienes transitan por estas zonas.
La entidad recuerda que el derecho a una movilidad segura está contemplado en la Constitución y que los gobiernos locales tienen la responsabilidad de garantizarlo.
CASOS
Los ejemplos abundan y dejan en evidencia la precariedad de la situación. En el cruce de las avenidas Universitaria y Carlos Izaguirre, en Los Olivos, los huecos son tan profundos que los choferes se ven obligados a hacer maniobras peligrosas, con el riesgo de chocar entre ellos o atropellar a peatones.
Algo similar ocurre en la cuadra 40 de la avenida Alfredo Mendiola, donde vecinos han improvisado “parches” con piedras y ladrillos que, lejos de resolver, complican aún más el tránsito.

En Comas, la intersección de la avenida Túpac Amaru con Maestro es otro punto crítico que refleja el abandono. En Carabayllo, la avenida Chimpu Ocllo presenta grietas y huecos que hacen imposible manejar a una velocidad adecuada.
Mientras tanto, en Los Olivos el panorama se repite en la cuadra 5 de la avenida Los Alisos, donde los conductores deben avanzar casi a paso de peatón para evitar daños a sus autos.
Los vecinos aseguran que han presentado múltiples quejas ante sus municipios y la Municipalidad de Lima, pero las respuestas han sido insuficientes.
“Estamos cansados de esperar. Siempre nos dicen que pronto van a arreglar, pero nunca llega la solución”, señalan algunos moradores que incluso han tenido que asumir reparaciones costosas en sus vehículos.
DATO
La Defensoría del Pueblo respalda sus reclamos y advierte que no se trata solo de incomodidad, sino de un tema de seguridad ciudadana.
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