Feliz día, papá chambeador
Feliz día, papá chambeador

En tiempos en los que la paternidad se ha frivolizado al punto de considerarla solo el lamentable resultado de un encuentro sexual furtivo, todavía es posible encontrar a hombres responsables que se parten el lomo a diario para atender a los pequeños del hogar.

Así lo saben los “mil oficios” Jhosmer Berrospi, Néstor Alcántara y Alfonso Zevallos, tres papás “chambas” que a pocas horas de celebrar su día, se enorgullecen de madrugar a diario, de llegar al hogar durante altas horas de la noche y claro, de representar a los peruanos que dan todo de sí por sus familias.

entre hilos y tijeras. En la tienda 106 de la galería “Mil Ofertas”, ubicada en la cuarta cuadra de la avenida Aviación, en La Victoria, el empresario textil Jhosmer Berrospi cuenta que este año celebrará su día en familia, no obstante, durante muchos años tuvo que pasar esta celebración en los talleres de confección, donde trabajaba para otros comerciantes.

En estos lugares surgió la idea de levantar su propia empresa de creación y ventas de pantalones para mujer y prendas para niñas.

El impulso definitivo para lograr este objetivo lo obtuvo hace nueve años, cuando se enteró que iba a ser padre. Desde entonces no ha parado para darle lo mejor a su familia y a su pequeño.

“He madrugado durante años y seguiré haciéndolo para llevarle siempre lo mejor a mi familia”, cuenta orgulloso a OJO. Eso sí, revela que su esposa fue y sigue siendo un gran apoyo para lograr los objetivos familiares.

pintando un sueño. Néstor Alcántara no es ageno a estos trajines. El exagente de la Policía Nacional de Investigaciones (PIP), cuenta que casi como jugando se inició en el negocio de pintar mensajes en los toldos hace 20 años. Bastó que un amigo estudiante de Bellas Artes le pidiera ayuda en un mural, para que descubriera que podía hacer maravillas con los colores.

En su pequeño puesto callejero, atiende hasta bien entrada la noche para dar sustento a sus cuatros hijos, uno de ellos con autismo. “Son mi razón de ser y por ellos me rompo el lomo todos los días. Mi familia es lo primero y siempre daré el 100% por ella”, comenta en su lugar de trabajo callejero. Este Día del Padre, le tocara trabajar unas horas, pues los clientes no esperan, según cuenta.

Amor inacabable. Alfonso Zevallos utiliza su máquina de cocer para elaborar forros para asientos de automóviles, y demuestra que no hay edad para amar a los hijos, pues con el producto de su jornal los ayuda cuando pasan por ciertas dificultades. La familia es para siempre, dice, y trabaja sin cansancio.

Don Alfonso lleva más de 20 años en este negocio, y sabe que madrugar para atender a los primeros taxistas y volver al anochecer a casa es fundamental para conseguir el sustento del hogar, y lo hace con mucho amor.

“Tengo cuatro hijos, todos mayores, pero cuando necesitan ayuda estoy ahí para darles mi apoyo. Mi esposa está a mi lado y es lo mejor de la vida”, cuenta mientras sigue con sus labores, en una calle victoriana. No cabe duda de que miles de padres peruanos resaltan por su gran amor a la familia.