Santa Eulalia: damnificados claman por agua y comida tras caída de huaicos (FOTOS)
Santa Eulalia: damnificados claman por agua y comida tras caída de huaicos (FOTOS)

La inclemencia del tiempo sigue azotando con furia a Lima Este y mucha gente no tiene alimentos ni agua y la ayuda tarda en llegar. Las lluvias no dejan de caer, aumenta la amenaza de más  y el temor de los pobladores en torno a la Carretera Central. Además, las redes de agua potable han colapsado.

“Quienes vivimos en la partes altas no recibimos ayuda”, dijo una pobladora en . La mayoría de damnificados no tiene qué comer ni tomar, y son los niños y ancianos quienes sufren más. Ellos no solo necesitan ayuda para limpiar sus viviendas del lodo y piedras, sino también alimentos y agua limpia. Muchos también están durmiendo en la intemperie y sobre algunas camas sin colchones, porque todo quedó mojado o destruido.

SUSTO 

Ayer por la tarde, las quebradas Olla de barro, en Santa Eulalia, y Carossio, Rayos de sol y La Ronda, en , descargaron desde lo alto de sus cerros cúmulos de lodo y rocas, ante la desesperación de los vecinos que buscaron refugio para ponerse a recaudo y esquivar a la muerte.

De acuerdo con los reportes del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), cuarenta y cuatro viviendas en Ricardo Palma, cincuenta en Santa Eulalia y dos en Chosica quedaron afectadas por los múltiples huaicos que cayeron la tarde del domingo. Sin embargo, hasta el momento nada se informó oficialmente sobre Chaclacayo, donde los pobladores afectados necesitan asistencia.

Un inmenso desmonte se acumuló a la entrada de la calle Los Laureles, a la altura del kilómetro 28 de la Carretera Central, en Chaclacayo.

MALLAS

Los pobladores de la quebrada Carossio, una de las más afectadas en 2015 por un huaico en Chosica, observaron ahora impotentes cómo el lodo corría por sus calles, a pesar de los trabajos de prevención ejecutados por el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento, los que incluyeron la instalación de mallas dinámicas y diques.

“A pesar de los trabajos de prevención, el lodo invadió calles y casas. Por suerte, las rocas fueron contenidas por las mallas, sino las consecuencias hubieran sido mayores”, exclamó el vecino Julio Yovera, mientras esperaba que culmine de pasar el huaico para encausar la quebrada en faena con los vecinos.

La misma suerte no tuvieron los habitantes de Cuzpanca, en Santa Eulalia, donde rocas de diferentes tamaños aplastaron la parte posterior de una decena de viviendas. En el Cementerio Municipal, los nichos impidieron que las rocas sigan deslizándose.

“Veía televisión con mis hijos (el domingo), cuando escucho un ruido en el cerro. Salí a ver qué sucedía y entonces vi que empezaban a caer unas piedras, fue entonces que entré corriendo a mi cuarto y cargué a mis dos hijos para ponerlos a salvo, no me importó nada más”, cuenta Hugo Pizarro Huamán, quien denuncia que la ayuda solo llega a la Carretera Central, no a las casas ubicadas en los cerros, las más afectadas.

Los centros recreacionales también sufrieron las consecuencias de los deslizamientos al ser arrasados gran cantidad de locales.

ENFERMEDADES

La población afectada teme que se prolifere una plaga de mosquitos (vectores de diversos males). Y esta es la mayor preocupación del Ministerio de Salud (Minsa), que en Chosica instaló un hospital móvil para atender emergencias.

“Hasta el momento atendemos traumatismos y lesiones, posteriormente debido a los acopios de agua podemos tener epidemias de diarrea y problemas de malaria o dengue por la presencia de mosquitos”, declaró Ana Vásquez, funcionaria del Minsa, quien detalló que se coordina la instalación de hospitales de campaña.

Norah Soriano, médico general de Solidaridad Salud, refirió que el problema más frecuente cuando ocurre un huaico es la deshidratación como consecuencia de las diarreas y vómitos, y que los más afectados son niños y ancianos.

“El tratamiento es de acuerdo a la causa de infección y la edad de la persona afectada. Debe evitarse el contacto con agua empozada, así como la cercanía de basura y residuos fecales a estas aguas. También hay que impedir que los niños jueguen alrededor de las mismas y lavar adecuadamente los alimentos y las manos con agua y jabón antes de comer”, recalcó.

Al cierre de esta nota, se temía la caída de más huaicos en Chosica y Santa Eulalia.

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