Si bien hay estudios en poblaciones en las que se asocia el consumo de vino con mejoras cardiovasculares, es necesario aclarar que estos beneficios no son por el alcohol, sino por los fitoquímicos presentes en la uva y, sumado a ello, la alimentación propia de la zona del mediterráneo en la que predominan los pescados, vegetales, aceites de oliva, granos enteros y muy pocas frituras.

El alcohol debido a su peso molecular es una sustancia que no requiere un proceso de digestión y, por lo tanto, se absorbe en tan sólo 5 minutos, principalmente en el estómago y el intestino delgado, alcanzando su máxima concentración en sangre entre los 30 a 90 minutos.

La concentración de alcohol en la sangre depende de la cantidad consumida en un tiempo determinado. El 90% del alcohol se metaboliza en el hígado y se distribuye a diferentes tejidos donde el más afectado es el sistema nervioso. El 10% de alcohol restante se elimina directamente por el aire espirado y la orina. También por la transpiración, lágrimas y leche materna.

TE PUEDE INTERESAR: