Es fundamental que las gestantes prescindan de ciertos alimentos para reducir el riesgo de infecciones y asegurar tanto la salud de la madre como el desarrollo adecuado del feto.
En cuanto a las carnes, deben abstenerse de consumir pescado crudo o semicrudo (como sushi, ceviche y sashimi), ya que puede contener bacterias y parásitos (como la Listeria y el anisakis). También deben excluir los mariscos crudos, como ostras, almejas o mejillones, que pueden transmitir infecciones. De igual manera, es recomendable no consumir carne roja ni aves crudas o mal cocidas, para prevenir infecciones bacterianas como la toxoplasmosis y la salmonelosis.
Es preferible no ingerir productos lácteos no pasteurizados (como algunos tipos de quesos frescos), ya que pueden estar contaminados con bacterias como Listeria, que es especialmente peligrosa para las gestantes. Los quesos blandos y madurados con moho, como el brie, el camembert o el roquefort, deben ser evitados, a menos que estén claramente pasteurizados. Además, es prudente eliminar el consumo de huevo crudo y de alimentos crudos que no hayan sido debidamente lavados.
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