El agua con gas es agua de manantial, mineral o tratada que contiene de forma natural dióxido de carbono o a la que se le ha añadido. Aunque ofrece muchos beneficios para la salud, debe consumirse con moderación. Pero, ¿cuánta agua con gas puedes beber al día?
El agua con gas tiene los mismos nutrientes que el agua mineral natural, como calcio, potasio, magnesio y sodio. Estos nutrientes ofrecen múltiples beneficios para la salud. El agua con gas puede ayudar a aliviar diversas deficiencias, facilitar la recuperación después del esfuerzo físico y mejorar las digestiones pesadas.
Sin embargo, el agua con gas nunca debe reemplazar al agua corriente. Lo ideal es combinar ambos tipos de agua. De hecho, el agua con gas no es para todos y debe consumirse con moderación. Según los expertos, se recomienda beber un máximo de dos vasos de agua con gas durante las comidas, complementando con agua corriente.
¿Por qué se debe consumir agua con gas con moderación? Si se consumen más de dos vasos al día, el agua con gas puede causar hinchazón y otros malestares. Las burbujas pueden provocar la dilatación de las paredes gástricas, lo que resulta en hinchazón abdominal. Por esta razón, no se recomienda para personas que sufren de aerofagia o meteorismo, así como para aquellas que suelen tener problemas de gases en general. Tampoco es aconsejable para quienes tienen colon irritable, sufren de reflujo gastroesofágico o tienen insuficiencia respiratoria severa.
Además, muchas aguas con gas contienen un alto contenido de sal y deben evitarse en personas que sufren de hipertensión, edema, así como en mujeres embarazadas.
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