La final de la Copa Libertadores entre Flamengo y Palmeiras se disputará en el Estadio Monumental de Lima, el próximo 29 de noviembre.
La final de la Copa Libertadores entre Flamengo y Palmeiras se disputará en el Estadio Monumental de Lima, el próximo 29 de noviembre.

Javier Cabello

Los fanáticos del fútbol ya cuentan los días para la final de la Copa Libertadores entre Flamengo y Palmeiras, que se disputará en el Estadio Monumental de Lima, el próximo 29 de noviembre.

La tarde del último martes salieron a la venta las entradas para las distintas tribunas con una capacidad total de 80 mil espectadores. Los precios van desde los 335 soles hasta los 1120 soles. Se espera que la capital, en los próximos días, sea un auténtico carnaval ante la llegada de miles de hinchas brasileños.

Este decisivo encuentro futbolístico me hizo retroceder en el tiempo, cuando asistí en 2019 a la primera final única de la Copa Libertadores, desarrollada también en el coloso de Ate, casa de Universitario de Deportes. Recuerdo que hasta le compré una entrada a un amigo argentino, hincha de River Plate, quien al final del partido se marchó con lágrimas en los ojos rumbo a su país, luego de ver cómo su equipo perdió dramáticamente en los últimos minutos ante Flamengo, club que ahora vuelve a disputar una nueva final.

Aún tengo grabado en la memoria el momento en que el “che” lloraba desconsolado en mis brazos, allí en la tribuna norte del Monumental. Todo el camino hasta su hotel no paraba de llorar. Ya tendrá su revancha.

Han pasado ya seis años de aquel partido que generó una expectativa inmensa en gran parte del continente, y esta vez no será la excepción. El fútbol no solo despierta pasiones: también mueve dinero y tiene un impacto directo en la economía del país. En el emporio de Gamarra, los comerciantes ya comenzaron a confeccionar miles de camisetas, bufandas y gorros de los equipos finalistas, mientras que bares, restaurantes y hospedajes se preparan para recibir una ola de visitantes.

También los taxistas y los vendedores ambulantes se suman a la cadena de dinero que se moverá en la última semana de noviembre. Se estima la llegada de más de 50 mil hinchas extranjeros. Según el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, este partido de fútbol generará un movimiento económico de alrededor de 75 millones de dólares, cifra que superaría los 62 millones obtenidos cuando Perú fue sede de la final de la Copa Libertadores en 2019.

En abril pasado, la ministra de dicha cartera en ese entonces, Desilú León, sostuvo que Promperú preparaba la difusión de los paquetes turísticos. Es una oportunidad crucial para promocionar los distintos destinos del país y lograr que los visitantes permanezcan varios días recorriendo el Perú.

La meta es que el fuerte impacto económico que generará este tipo de acontecimientos deportivos no solo se concentre en Lima, sino que también se extienda a otras ciudades y regiones. Nos vemos.