Estudios científicos serios han encontrado que un alto consumo de azúcares libres, como los que se añaden a bebidas, postres, cereales azucarados o jugos, se asocia con un mayor riesgo de algunos tipos de cáncer, como el de mama, colon y páncreas. Esto se debe a que el exceso de azúcar puede causar inflamación, resistencia a la insulina y sobrepeso, condiciones que favorecen el desarrollo de células cancerosas.

Sin embargo, esto no aplica a la fruta fresca. Aunque contiene azúcares naturales, también aporta fibra, vitaminas, antioxidantes y compuestos que incluso pueden tener un efecto protector.

La Organización Mundial de la Salud recomienda limitar el consumo de azúcares libres a menos del 10 % del total de calorías diarias, y lo ideal es no más del 5 %.

Reducir bebidas azucaradas y procesados es un paso real para cuidar la salud. Las frutas, en cambio, ¡se quedan!

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