Los picos de glucosa son subidas rápidas de azúcar en la sangre que ocurren cuando consumimos carbohidratos refinados, como bebidas azucaradas y golosinas, sin la presencia de fibra, proteínas o grasas que los regulen. Estas subidas generan una respuesta del cuerpo liberando insulina para bajar los niveles de azúcar.
Sin embargo, después de estos picos, el cuerpo libera demasiada insulina, lo que puede causar una caída brusca en los niveles de azúcar, dejándonos cansados, con hambre o con antojos de más azúcar. Esto afecta la energía y genera ciclos de hambre poco saludables.
Para las personas con resistencia a la insulina o diabetes, estos picos son aún más peligrosos, ya que el cuerpo no responde correctamente a la insulina, manteniendo los niveles de azúcar elevados durante más tiempo y dañando órganos y vasos sanguíneos. Evitar estos picos ayuda a mantener una energía más estable y favorece un metabolismo más saludable.
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