Al comprar un suplemento de omega 3, la información clave está en la etiqueta. Según publicaciones científicas y guías como las de la EFSA y la Academia Nacional de Medicina de EE. UU., es importante diferenciar el contenido total de aceite de pescado del contenido real de EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido docosahexaenoico), que son los omega 3 con mayor beneficio comprobado para el corazón, el cerebro y la vista.
La dosis se calcula sumando los miligramos (mg) de EPA y DHA indicados por cápsula, no el peso total del aceite. Para adultos sanos, la recomendación habitual es de 250 a 500 mg diarios de EPA + DHA combinados. En condiciones específicas, el médico o nutricionista puede indicar dosis mayores.
También conviene revisar que el producto cuente con certificaciones de pureza y ausencia de metales pesados, y que indique el tipo de omega 3, ya sea marino o vegetal.
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