La dieta carnívora es un patrón alimentario extremo que se basa en consumir exclusivamente alimentos de origen animal: carne, pescado, huevos y grasa animal. No incluye frutas, verduras, cereales ni legumbres. Se popularizó a través de redes sociales y testimonios personales, especialmente por su aparente efecto en pérdida de peso rápida y alivio de síntomas autoinmunes o digestivos.

Surgió como una variante más estricta de la dieta cetogénica y ha sido promovida por figuras públicas, sin evidencia científica sólida que respalde sus beneficios. Algunos estudios pequeños y casos anecdóticos reportan mejoras en marcadores inflamatorios o control de síntomas intestinales, pero la mayoría de expertos advierte que eliminar grupos enteros de alimentos puede generar déficits nutricionales (especialmente de fibra, vitamina C y antioxidantes).

La evidencia actual no apoya su uso y podría aumentar el riesgo de enfermedades.

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