Era el 7 de marzo de 1994 y preparábamos la edición de despedida del diario OJO porque el 9 nos convertíamos en diario. Me acuerdo que me reuní para hacer la edición con Daniel Peredo y al final nos preguntamos: ¿Qué ponemos para la edición de mañana en la contraportada? “Tenemos que despedirnos”, me dijo Daniel. “Sí, pero hay que gritarlo como bocón”, le dije.

Al día siguiente solo salió: “Hasta mañana. Siempre igual, cada vez más grande. Palabra de Jesús Ángel”. En la página más leída del periodismo deportivo en esos tiempos, llena de datos, rumores y chismes del fútbol peruano, solo pusimos esas palabras.

que nos vio nacer. En esta ruta no solo fuimos muy leídos sino principalmente muy queridos. Se notó ayer con los comentarios de la gente que convirtió en tendencia a El Bocón en las redes sociales.

“Marcó un antes y un después en la prensa deportiva escrita del Perú”, “Sin dudarlo, una de las razones que generó mi enfermedad por el fútbol”, “Marcaron una época convirtiendo al lector en hincha”, “El Bocón fue una de las razones para decidir estudiar periodismo deportivo”, “Quedará como los mejores recuerdos de mi juventud”, “Hasta me peleaba con mi hermano para ver quien lo leía primero”, fueron algunas de las frases de reconocidos personajes y también de hinchas.

Comienza una nueva etapa. Tengo la sensación que la prensa deportiva tiene una actitud pasiva ante los desafíos de estos tiempos. El Mundial de Rusia 2018 y la Copa América de Brasil 2019 nos puso en una zona de confort y no vemos más allá de eso. Creo que en algunos casos hay que decir las cosas con desbocada sinceridad.

De ahora en más vamos a poner “información, formación, intención y, sobretodo, corazón”, como decía Daniel Peredo. Es una nueva era para El Bocón, pero siempre estará en el lugar de su alma.


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