Foto: GEC
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Qué tal.

Meseta, según la Real Academia Española, es una planicie extensa situada a considerable altura sobre el nivel del mar. También, una porción de piso horizontal en que termina un tramo de escalera. Clarito, ¿verdad?

Si llevamos estas connotaciones a los parámetros del y las cifras de contagios y muertes que divulga a diario el , la conclusión es que aún estamos lejos del altiplano deseado.

Recién cuando pisemos ese techo, implicará que la flecha de infectados gire hacia abajo, aunque sea “lentamente”, como sugiere el presidente Vizcarra y el ministro de Salud.

De momento todavía se contabilizan números para el espanto: ayer se anunció 173 personas fallecidas en las últimas 24 horas, con lo que la cifra total llegó a 3,629. Hoy el salto también es significativo.

Ahora más que nunca, la pelota está en la cancha de la población, una población que tiene tampones en los oídos. No es posible que sigan las mortales aglomeraciones en los paraderos de buses, Metropolitano y Metro, donde el distanciamiento e incluso el uso de mascarillas son saludos a la bandera.

Y la advertencia es clara por parte del ministro de Defensa, Walter Martos: para preservar la seguridad y evitar la propagación del coronavirus, los peruanos deben guardarse temprano en sus casas por lo que, por ejemplo, no se permitirán las actividades nocturnas hasta que salga la vacuna para obtener la inmunidad.

En buen romance, lo que Martos quiere decir es que seguirá el toque de queda más allá de junio, hasta fin de año dejó entrever, y, por ende, los bares y chupódromos tienen candado para rato entonces para que la gente no se desbande.

Esto fue todo por hoy, cierro el ojo crítico, hasta mañana.