Y pensar que antes nos enviaba telenovelas que cautivaban a todos los públicos, con Lupita Ferrer, Catherine Fulop, Grecia Colmenares y otro tanto de bellezas llaneras como protagonistas.

Y galanazos como Fernando Carrillo, , Víctor Cámara, Eduardo Serrano y el mismo Carlos Matta, algunos de ellos también cantantes.

Hoy, la dictadura chavista de Nicolás Maduro nos está llenando de buenos ciudadanos, que llegan a trabajar para llevar las arepas a la mesa de su casa, pero también -y en gran cantidad- de asesinos, sicarios, asaltantes, matarifes y descuartizadores, como hemos visto en los últimos días.

Parece que gran parte de estos vecinos vinotintos hubiesen estado contenidos en sus emociones y frustraciones y, llegados al Perú, se han destapado y apostado por el delito en todas sus modalidades.

Como dijo Óscar Pérez, presidente de la ONG Unión Venezolana, no hay día en que sus compatriotas “no aparezcan accionando de manera delictiva”. Y además cree que Maduro ha prediseñado el envío al Perú de gente de mal vivir para descalificar a la población migrante. Todo se puede esperar de este galifardo.

Una fuente policial se animó a pronosticar que ya son más los delincuentes venezolanos que peruanos en nuestro país, y eso debe llamarnos a la preocupación.

Esto fue todo por hoy, cierro el ojo crítico, hasta mañana.