Qué tal.

Muchos peruanos ignoran que existe la y, por ende, para qué sirve. Bueno, pues, empecemos diciendo que el Defensor en funciones se llama Walter Gutiérrez Camacho, un curtido abogado de 62 años.

Luego, para la Defensoría resulta vital que el pueblo la perciba y sienta como “una institución no solo cercana, sino entrañablemente comprometida con la solución de sus problemas”.

Sirva esta introducción obligatoria para comentar que Walter Gutiérrez, el defensor del pueblo, ha pegado un tremendo jalón de orejas al Estado para, juntos, rediseñar la lucha contra la Covid-19, sobre todo porque, dice, “los meses que están por venir serán muy difíciles”.

Y cuando habla de Estado alude al Ejecutivo, Congreso, gobiernos locales y gobiernos regionales, a los que pide, con carácter de urgencia, una alianza con los medios de comunicación para informar a la población de manera efectiva temas de vital importancia como el pago de bonos, el peligro de consumir dióxido de cloro y las medidas preventivas como el uso de mascarillas, el distanciamiento social y el lavado de manos. Se tenía que decir y se dijo.

El defensor detalló que pronostica días venideros más complicados porque, a diferencia de los meses de pandemia transcurridos, ahora el virus nos encuentra con 6 millones de peruanos sin chamba, una severa crisis económica, un sistema de salud ya colapsado y una crisis alimentaria cada vez más notoria.

Es la primera vez que oímos a Gutiérrez cantar claro y preciso, y esto le hace bien al país en momentos en que parece que la gente ya se echó al abandono y que muchos recuestan su suerte en la llegada de la bendita vacuna y se entretienen con el show del doctor Elmer Huerta. El defensor no está de acuerdo, por ejemplo, con la vuelta de la cuarentena total los días domingo sin una motivación que evalúe su necesidad.

Sin embargo, para la ministra de Salud, Pilar Mazzetti, la medida “es razonable”. Por todo esto, nos parece bienvenido el jalón de orejas del defensor del pueblo. Y que la gente no se haga la “loca”. Esto fue todo por hoy, cierro el Ojo Crítico, hasta mañana.