“Cholo soy y no me compadezcas” es un himno para los peruanos y hoy resuena más que nunca al saberse la muerte de Luis Abanto Morales.
Su vida la plasmó en temas festivos y pendencieros como “El provinciano”, “Las barbas de mi chivato”, “La pitita”, “La flor de papa” y el mismo “Mambo de Machahuay”.
Con Abanto Morales se podía bailar, pero también llorar. Y es que sus letras iban a la vena y removían los conchos de algún despecho amoroso, como en “Me cuenta un amigo”.
Se va un grande de nuestra música y, si puede, regálele una lágrima.
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