El presidente de ,, estuvo en Lima para recibir la posta de los Panamericanos Santiago 2023 y, de paso, se hizo el gracioso al estilo del famoso Condorito.

Aprovechando el jolgorio de los peruanos por haber organizado los mejores juegos de la historia, el mandatario sureño planteó que ambos países exporten pisco juntos. ¡Plop!

Para Piñera, el origen del pisco data de su país y, por eso, se atreve a lanzar tamaña osadía, que implica que su aguardiente está al nivel de nuestro pisco sano y sagrado. ¡Chita la payasá!

“Sé que hay una diferencia de opinión sobre quién es el dueño de la marca pisco”, añadió. No, señor. El pisco es peruano y, eso, está refrendado por la historia y por la verdad pura. Yo diría que hasta por Dios dada la tierra bendita donde se produce.

Hace bien, entonces, la Asociación de Exportadores (Adex) en pegarle una contundente aclaración al presidente chileno: “No es factible, pues la denominación de origen le corresponde exclusivamente a Perú y porque en definitiva son dos productos diferentes”.

Que Piñera se preocupe mejor por Santiago 2023 porque Lima 2019 le ha dejado la valla muy alta.

Esto fue todo por hoy, cierro la botella de pisco, perdón, cierro el ojo crítico, hasta mañana.