Qué tal.

Escobita nueva barre bien. Y en este caso resulta necesario. Nos referimos a la visita del nuevo jefe de la PCM, Walter Martos, al presidente del Congreso de la República, Manuel Merino, de cara a la presentación del Gabinete, ahora sí, esperamos, con el voto de confianza asegurado.

Y es que así debe ser. No hay tiempo que perder porque el país, a menos de un año de su Bicentenario y con una pandemia incontrolable encima, no merece un clima de guerra entre sus instituciones.

Y la reunión salió fructífera porque, a su salida del Parlamento, Martos informó que su presentación ante el Pleno será el próximo martes a las 8:30 horas. Es más, adelantó que su discurso se enfocará completamente en la lucha contra el virus, sin descuidar una reactivación económica prudente.

Recordemos que la crítica general a la exposición del saliente Pedro Cateriano se cargó por el lado de que no le dio la importancia del caso al Covid-19 y la precariedad total que atraviesa el sistema de salud.

Otro detalle que anunció el militar en retiro es que le planteó a Merino avanzar en este tema, hablo del voto de confianza, porque sus ministros “necesitan trabajar de lleno” en sus respectivos sectores.

Dicho de otro modo, que los congresistas los dejen chambear y que las comisiones no estén convocándolos a cada rato, y a veces por las puras. Es parte de su función, claro que sí, pero en ocasiones pecan de abusivos.

Y parece que el titular del Parlamento, finalmente, está en sintonía porque este viernes hizo un llamado a la calma a las distintas bancadas. “Hay toda una voluntad en lo que corresponde a sumar los esfuerzos correspondientes para que todos los peruanos que nos ven y albergan una oportunidad, sepan que están representados en el Parlamento Nacional”, apuntó.

Entonces le sugerimos cordialmente que, además de mascarillas, algunos congresistas se pongan esparadrapo doble en la boca. Le harían un inmenso favor al país. Esto fue todo por hoy, cierro el Ojo Crítico, los leo en mis redes sociales, buen fin de semana.