Ese 27% de peruanos que no votaría por ninguna de las agrupaciones vigentes es un justo premio para aquella clase política sometida a la corrupción y el descrédito total.

Y ese 28% de compatriotas que no simpatiza con ninguno de los eventuales candidatos planteados por Ipsos es una cachetada bien ganada por los susodichos.

O sea, si mañana fueran las elecciones, ganaría ninguno con 28%, y este es un indicativo categórico de la desazón de la gente de cara a las elecciones venideras.

La cosa marcha así en cuanto a simpatía: Forsyth 13%, Keiko 10%, Guzmán 8%, Salvador del Solar 6%, Jorge Muñoz 6%, Verónika Mendoza 5%, César Acuña 4%, entre otros.

Lo peligroso de este panorama es que, ante la desesperación de encontrar un presidente descontaminado, el mal menor que se dice, apostemos por un novato o un avivato y, entonces, el ciclo vicioso continuaría en desmedro de nuestro país.

En este rincón editorial no nos cansaremos de rogarle a la población que vea más allá de su nariz y que olfatee la mejor opción en las urnas, cerrándole el paso a partidos y postulantes que solo buscan el poder para llenar su ego, cuando no sus bolsillos, como ocurre actualmente

Esto fue todo por hoy, cierro el ojo crítico, hasta mañana.