¡Qué tal!

Si Martín Vizcarra hubiese tenido una bancada, seguramente ahorita continuaría como presidente de la República. Pero el ex gobernador de Moquegua no tuvo quién le escriba y Manuel Merino y compañía lo mandaron a su casa bajo una fórmula antojadiza de vacancia por incapacidad moral permanente, que el TC le ha echado tierrita.

Bueno, pues, Vizcarra no es un cadáver político por ningún lado luego de este episodio por el afán del poder, menos si dejó Palacio de Gobierno con una aprobación -escuchen bien- de 77%, según una encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), lujo que pocos ex mandatarios pueden atribuirse.

Esta simpatía popular, sumada a la reciente resolución del Tribunal Constitucional, lo ha empujado a trabajar la posibilidad de encabezar la lista de congresistas del partido que mejor le convenga, y el que suena con mayor fuerza es Somos Perú, o sea el corazón.

Además, valgan verdades, necesitará defenderse de todas las acusaciones que tiene encima y el Legislativo es un buen rincón para aplacar tales sospechas de corrupción. Caído del palto no es. “Tomaré la decisión en el transcurso de esta semana”, señaló Vizcarra y, seguramente, sus eventuales enemigos deben haber puesto la cara de quien chupa un limón porque, con esa simpatía de la gente, no solo puede llegar al Parlamento sino también endosar arrastre y meter una buena bancada.

Además, sin querer queriendo, Vizcarra ya juega como candidato. Escuchen esta frase: “Felicito a Francisco Sagasti por su asunción como presidente de la República y me pongo a su disposición para ayudar, porque su éxito será el de todos los peruanos”. Eso se llama un lenguaje políticamente correcto que la población toma a bien después de tanto enfrentamiento.

Pero, ojo, también puede pegarse un resbalón en una cáscara de plátano, porque si los colaboradores eficaces tienen razón respecto de las coimas, pasará a conformar la lista de expresidentes candidatos a la cárcel por diversos delitos, como Ollanta, Toledo y la propia Keiko Fujimori. Ya veremos qué pasa.

Esto fue todo por hoy, cierro el ojo crítico, hasta mañana.