Durante el primer año de vida, los bebés deben alimentarse solo con leche materna hasta los 6 meses, tal como lo recomienda la Academia Americana de Pediatría. A partir de los 6 meses, se introducen alimentos sólidos, pero la leche materna sigue siendo el alimento principal hasta el año.
Sin embargo, hay situaciones en las que puede ser necesario usar fórmula infantil. Por ejemplo, cuando la madre no produce suficiente leche, si el bebé no gana peso adecuadamente o si la madre tiene alguna condición médica que impide la lactancia. En estos casos, la fórmula es una alternativa segura y completa.
La leche de vaca común no debe usarse antes del año, porque no contiene los nutrientes en la concentración o forma adecuada y puede irritar el intestino del bebé. Cuando la fórmula está indicada, es el médico pediatra, neonatólogo o nutricionista quien elige la variedad más adecuada para el bebé.
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