Qué tal.
Alucino a Toledo agarrando con una mano cubitos de hielo para su vaso de
whisky y con la otra sosteniendo el teléfono y diciéndole a Barata: "Oiga,
Barata, paga carajo".
Toledo es un caso, pero yo quería comentar que ya estaba demorando la opinión de “Popy” Olivera sobre la muerte de Alan García.
Y lo hizo ayer, cómo no, disparando a matar. “No se puede hacer una apología del suicidio presentándolo como un acto de dignidad; es un acto de cobardía. Han llegado al extremo de comparar a Alan García con Jesucristo y yo, como cristiano, me siento ofendido", señaló Olivera al periodista Jesús Verde.
Pero la impronta de “Popy” halló una furibunda respuesta del ex abogado de García Pérez, Wílber Medina. El letrado tildó de “Adefesio y perseguidor” a Olivera, mientras este se hacía el desentendido.
En verdad, si alguien hizo tambalear al exmandatario es “Popy”. Tres de abril de 2016 en pleno debate: “Usted no me es indiferente, doctor García, porque usted encarna la impunidad… Por las colas, por los paquetazos, por la inflación. Por todo el daño que le ha hecho al Perú yo vengo aquí a notificarle que el 28 de julio no podrá volver a fugarse otra vez del país y será juzgado por la nueva justicia”.
Duro, ¿verdad? Un enemigo hasta la muerte resultó “Popy”.
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