Los fitoestrógenos son compuestos vegetales con una estructura similar al estrógeno humano, hormona esencial para la salud femenina. Durante la menopausia, los niveles de estrógeno disminuyen, lo que puede generar sofocos, osteoporosis, entre otros problemas.

Las mejores fuentes de fitoestrógenos incluyen la soya (isoflavonas), la linaza y el sésamo (lignanos), y el aguaje (fitoesteroles). Su consumo regular puede beneficiar la salud ósea y cardiovascular.

Sin embargo, en casos de cánceres hormonodependientes, como los de mama y endometrio, su ingesta debe ser moderada. Algunos estudios sugieren que los fitoestrógenos podrían estimular la proliferación celular, aunque la evidencia aún es ambigua.

En conclusión, los fitoestrógenos son aliados naturales durante la menopausia, pero su consumo debe ser personalizado, especialmente en mujeres con antecedentes de cáncer hormonalmente sensible. Consulta con un especialista antes de incluirlos en tu dieta.

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