Mi sobrino Paolo anda preocupado por la inseguridad ciudadana en La Libertad. No le falta razón: después de Lima, La Libertad es la segunda región con más casos de extorsión. ¡Pero lo cierto es que la cosa está terrible para todos! Entre 2019 y 2023 las denuncias por extorsión se han cuadriplicado. Aquí, sobrino, nadie se salva.
Y uno se pregunta qué hacen las autoridades para mejorar esto, aparte de los estados de emergencia. ¿Qué podemos esperar de una policía que tiene casi la mitad de sus vehículos inoperativos y también casi la mitad de sus comisarías sin servicios básicos adecuados? A pesar de esto, solo el 1 % del aumento de presupuesto se va a obras. Y de la corrupción mejor ni hablemos.
Es terrible sentirnos inseguros, sobrino, tanto en lo personal como en lo económico. Casi el 5 % del gasto de las empresas se va a temas de seguridad. ¿Cómo va a haber más chamba si cada vez hay que gastar más en defenderse? Exijamos a nuestras autoridades menos pantalla y más acción.