¡Habla, sobrino! ¿Te imaginas que Machu Picchu deje de ser una de las 7 maravillas del mundo? La semana pasada nos llegó la noticia de que podría pasar. Y es que las cosas en nuestro patrimonio se están manejando mal. Hay broncas entre operadores, boletos fantasmas, precios alucinantes y una informalidad de campeonato. Encima, hay turistas que se quedan tres días haciendo cola solo para conseguir entradas. ¡Un papelón!

Y no solo perderíamos un título. Hablamos de más de 200,000 chambas que dependen del turismo: guías, artesanos, transportistas, restaurantes, hoteles, todos en la cuerda floja. Y si Machu Picchu pierde su título, no es que los turistas vayan a venir por compasión. Van a irse a otros países donde pueden planificar sus viajes con tiempo y seguridad.

Machu Picchu no necesita más promoción, necesita gestión. Si no somos capaces de cuidar lo que el mundo entero valora, estamos renunciando a una oportunidad única de crecimiento. No se trata solo de orgullo nacional, sino de responsabilidad con la gente que vive de esto. ¡Estamos a tiempo, sobrino!

TE PUEDE INTERESAR: