Una comida rápida es aquella alternativa de fácil preparación, rápido consumo, precio asequible y permanentemente disponible a comparación de la comida de olla.

Este tipo de alimentación puede ser rica en calorías, pobre en nutrientes o elaborada con ingredientes ultraprocesados, muy saborizados y de bajo valor nutricional. No obstante, también hay opciones que pueden ser preparaciones sumamente nutritivas, saludables y resolver en parte las limitaciones que se tienen cuando no hay tiempo para cocinar o se tiene que comer fuera del hogar.

Un sándwich triple que incluye palta, huevo y tomate, pan con queso fresco, choclo con queso o cancha serrana con aceitunas más una bebida como el emoliente, son algunos ejemplos de comidas rápidas saludables que pueden cubrir el desayuno, lonche e, incluso, reemplazar eventualmente un almuerzo.

Partamos siempre de la premisa que una comida será nutricionalmente buena, según los ingredientes que la componen.

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