En Arequipa, una paciente de 54 años que se encontraba en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Honorio Delgado afectada de rabia humana, ha perdido la vida tras larga agonía, lo que sin duda debería encender todas las alamas de las autoridades del sector Salud, a fin de impedir que este mal se expanda y cobre más víctimas. No olvidemos que tenemos un sistema de salud precario, como se ha demostrado con el COVID-19 y más recientemente con el dengue. Es por eso que urge adoptar medidas para impedir que en los próximos días y semanas se reporten más casos de esta mortal enfermedad que se trasmite sobre todo a través de la mordedura de perros enfermos. El último caso de rabia humana se dio ocho años atrás. Sin embargo, la reacción tiene que ser inmediata y muy contundente frente a esta situación que expone la vida y la salud de muchas personas, especialmente a los niños que son los que están más cerca de las mascotas y animales de la calle. Mucho cuidado, la alerta ya está dada.