Hay consenso en que la Policía Nacional merece con creces un bono económico debido a que está poniendo el pecho por el Perú frenando a los vándalos que quieren destruir todo lo que encuentran a su paso. En ese sentido, bienvenidas las gestiones que realiza el primer ministro, Alberto Otárola, para que el Congreso apruebe “de manera urgente” un crédito suplementario a fin de cumplir con esta “deuda” que se le tiene a los miles de policías desplegados en calles, edificios públicos y carreteras a nivel nacional. Sabido es que la PNP anda hasta el perno en cuestión de logística, con comisarías y patrulleros que dan pena. Aún así la institución tutelar se las ingenia para poner en vereda a los supuestos manifestantes que en realidad, en su mayoría, son ciudadanos azuzados por violentitas-terroristas a quienes no les importa matar o dejar mal herido a un policía, como ha ocurrido en Puno, Ica, Arequipa y otras regiones. Alucinan que el adelanto de elecciones es la panacea. Ya veremos.