Estamos a una semana del inicio de las clases escolares a nivel nacional y todo indica que habrá retraso en algunas regiones por las fuertes lluvias y por el dengue. Cómo quisiéramos informar de que las clases comienzan sin mayores novedades, pero no es así. Hay miles de colegios en ruinas y muchos ni techos tienen. Si la cosa es así de grave en Lima, ciudad capital, cómo será entonces la realidad en las zonas más alejadas. Hemos exigido hasta el cansancio la reconstrucción urgente de las escuelas, pero parece que poco les importa a las autoridades de todos los niveles.
Debe haber una política continua de construcción de colegios. ¿O eso no trae réditos políticos? Y, ¿cómo, entonces, se construyen parques, plazas y complejos deportivos? ¿Acaso se hacen porque se ven bonitos?
Lo que se debe hacer es jerarquizar las obras y entre ellas están las escuelas para nuestros niños.
Solo es un tema de gestión y manos a la obra.