La criminalidad sigue imparable. Un hombre murió baleado por evitar el robo de su camioneta. Mientras los vecinos de la víctima protestaban en rechazo a la inseguridad, metros más allá un delincuente, a bordo de una moto, le reventó la luna al auto de una pareja y le robó su celular. Indignación es lo que siente la población ante el avance de la delincuencia, lo que ha impulsado las movilizaciones de las últimas semanas. Las protestas no son un tema político, como afirma la presidenta Dina Boluarte, es la voz del pueblo que no sabe más qué hacer para que las autoridades pongan mano dura contra los delincuentes. El gremio de transportes ya anunció que organizarán marchas en los días en que se desarrollará la APEC en la capital; en tanto, los comerciantes de Gamarra afirman que harán un paro tributario, que implica no pagar impuestos. Ante esto, el Premier pide a la ciudadanía no marchar para no dar “un espectáculo de conflicto” ante los visitantes al evento internacional. Espectáculo el que dan el Ejecutivo y el Congreso que nada hacen mientras el país se desangra.