Mientras estamos preocupados por la recesión económica, la delincuencia o la inseguridad, hay un problema que se agudiza cada día más: la salud de los peruanos.
Tenemos al COVID-19 cobrando más vidas humanas y la posibilidad de que el dengue se dispare por las lluvias que trae el Fenómeno El Niño, entre otros males, como las infecciones respiratorias y gastrointestinales.
No es un secreto que tenemos una alta población que padece males crónicos, como diabetes, sobrepeso o presión alta, vulnerable a cualquier otra enfermedad.
A los males físicos se suman enfermedades mentales como la ansiedad y la depresión, en personas de todas las edades.
Así como el Gobierno afirma que trabaja en la recuperación económica, debe volver la mirada a la salud porque invertir recursos en tener niños sanos no es un gasto sino una inversión. Solo de esta manera podremos tener una población sana y menos enfermos crónicos en el futuro.
