Vladimir Cerrón ha cumplido un mes en calidad de prófugo de la justicia, tras haber sido condenado a tres años y medio de cárcel efectiva por sinvergüenza, por ladrón. Pese a que se sabía que le podían poner orden de internamiento en un penal, nadie movió un dedo para evitar su evasión y que se burle de todos los peruanos, como lo hace casi a diario desde las redes sociales. Quizá este delincuente ya esté en Venezuela, Bolivia o Cuba, pero acá nos ha dejado la tragedia de haber llevado al poder a Pedro Castillo y a congresistas lamentables como María Agüero, José Balcázar, Guillermo Bermejo y Pasión Dávila, entre otros, que son un lastre para país. Sería bueno saber si la Policía Nacional tiene al menos uno o dos agentes dedicados a la búsqueda de este evadido de la justicia que ha sido dos veces condenado por meter la mano en el precario presupuesto de la región Junín, donde las necesidades más básicas son múltiples. Este doblemente corrupto debe estar tras las rejas hace tiempo.