Existen diferentes tipos de ollas y sartenes, y algunos materiales pueden mejorar la cocción, mientras que otros podrían representar un riesgo para la salud.

Las más recomendadas son las de acero inoxidable, resistentes y sin riesgo de liberar sustancias tóxicas. Las de hierro fundido son excelentes para retener el calor y, con buen mantenimiento, duran toda la vida. También están las de cerámica de calidad, que evitan el uso excesivo de aceites.

Las de aluminio sin recubrimiento pueden liberar partículas con el tiempo, mientras que las de teflón desgastado pueden soltar compuestos dañinos al calentarse en exceso. Si notas rayaduras profundas o desprendimiento de material, es hora de cambiarlas.

Para cocinar sin preocupaciones, elige materiales seguros y revisa el estado de tus utensilios regularmente. ¡Una buena sartén no solo mejora la comida, también cuida tu salud!

TE PUEDE INTERESAR: