Los investigadores en el ámbito del deporte y la fisiología han estudiado los efectos de hacer ejercicio en distintos momentos del día. Sin embargo, los resultados muestran que la mejor hora para hacer ejercicio físico puede depender de los objetivos individuales, el reloj biológico interno o ritmo circadiano, y las preferencias personales.
Algunos beneficios del ejercicio mañanero incluyen el aumento de energía y la mejora del estado de ánimo, lo cual genera una sensación de logro temprano y una visión más positiva del día. Además, realizar actividad física por la mañana puede favorecer una mayor quema de grasa, ya que los niveles de glucógeno (azúcar almacenada) son más bajos después de una noche de ayuno.
El ejercicio matutino también favorece la adherencia a la rutina, pues por la mañana suele haber menos interrupciones. Finalmente, estudios han encontrado que el ejercicio temprano puede mejorar la calidad del sueño nocturno al regular el ritmo circadiano, contribuyendo a un descanso más reparador.
TE PUEDE INTERESAR:
Comer para vivir: ¿Por qué recomiendo consumir higo?
Comer para vivir: Consejos prácticos para un riñón saludable
Comer para vivir: ¿Puedo comer grasas después de la cirugía de vesícula?