Aunque ya retirado del fútbol desde hace tres años, Antonio Gonzales, “Toñito” en el mundo deportivo, mantiene esa frontalidad que lo caracterizaba. Hoy, en entrevista con OJO, recuerda anécdotas con Ricardo Gareca, Juan Reynoso y expresa su deseo de volver a ver campeón nacional a la “U”, como lo hizo él en el 2009 y el 2013.
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¿Qué hiciste después del retiro?
- Me preparé para ser entrenador. Estudié la Licencia B, la Licencia A, que pide la FPF. Por ahora, también estoy brindando asesoría en los entrenamientos del Centro de Alto Rendimiento Fútbol Top, acá en Villa El Salvador.
¿Qué te motivó a seguir por ese camino?
- Recuerdo que Ricardo Gareca, al que tuve de entrenador en la “U”, me dijo ‘siempre estate preparado para todo’. Eso me quedó en la mente.
La gente te recuerda por tu carácter. Nunca “arrugabas” en los clásicos ante Alianza...
- Yo llegué a la “U” a los 7 años. Los técnicos te inculcaban a no dar ninguna bola por perdida, te inculcaban que no puedes perder ante ellos.
Igual, a veces, te pasabas de revoluciones...
- Al inicio de mi carrera. Uno confundía porque era joven. Justo llegó Ricardo (Gareca), que es un gran ser humano. Me hablaba como padre. Gracias a él, mejoré eso.
Fuera de eso y del título del Apertura del 2008, ¿qué anécdota recuerdas de Gareca?
- No le gustaba nada verde. Una vez, la marca deportiva que me auspiciaba me dio unos chimpunes verdes. Llegué al camerino y mis chimpunes estaban pintados con betún. Resulta que Gareca le había dicho al utilero que los pinte.
Siempre fiel a sus cábalas...
- Teníamos que cumplir todo a la hora que él programaba. El chofer tenía que ser el mismo y la música también. Él se encargaba de coordinar eso. Ya si se perdía el partido, cambiaba.
También te dirigió Juan Reynoso, con el que se consiguió el título el 2009...
- Es un tipo A1, un tipo excelente, que se bromea contigo, pero a la hora de trabajar, no confunde la amistad con el trabajo. Da buenos consejos, le gusta que te vaya bien en la vida. Gareca y Reynoso marcaron mi carrera. Son detallistas y perfeccionistas.
¿Alguna historia que se te venga a la mente con Reynoso?
- En el 2010, iba a jugar contra Lanús y Juan llama a la habitación en la concentración. Es que yo había hablado por teléfono con un directivo de Alianza Lima, porque a fin de año se me acababa el contrato con la “U”. Me dice ‘p***, cómo vas a hablar con ellos’. En ese momento, llama al presidente de la “U” y me renuevan dos años. Alianza me doblaba el sueldo y me hacía contrato de dos años, pero yo nunca tuve pensado irme allá.
Se conoció que, en su momento, te tentó Juan Aurich también...
- Me reuní dos veces con el presidente de ese entonces, Edwin Oviedo. Juan Aurich, en ese tiempo, pagaba cifras exorbitantes. Juan Reynoso, que era el técnico, me llama cerca de Navidad y me dice ‘oye, hue***, ¿vas a venir o no?’. ‘Sí, Juan’, le respondí. En la “U”, no me pagaban siete meses y eso lo sabía Oviedo. Me ofreció vivir en Pimentel, un buen colegio para mi hijo. Y “Chemo” del Solar, que dirigía a la “U”, no sé cómo se entera y me llama desde España, donde estaba vacacionando. Y lo mismo. Me reclamó, me dijo que ‘dónde me iba a ir, que tú eres de acá’. Y me quedé.
¿Tuviste la oportunidad de ir al extranjero?
- Sí, a Cerro Porteño, a Bielorrusia, al Everton de Chile, a Arabia Saudita, a Tiburones Rojos de Veracruz, pero yo no veía otro color que el crema. No me arrepiento, pero sí me hubiera gustado. Hubiese sido muy interesante. Hubo propuestas concretas, pero no quise.
¿Qué recuerdos de la selección peruana? Sergio Markarián te convocó y fuiste parte del grupo que quedó tercero en la Copa América 2011...
- Markarián fue el cimiento, la base, junto con Pablo Bengoechea, con los chicos que continuaron, para lo que se vivió en este tiempo.
¿Alguna anécdota en particular?
- En el 2010, jugamos contra Jamaica un amistoso en Miami y la tribuna de Jamaica estaba cerca y olía a marihuana. Estábamos saliendo para el campo para el partido. El “Profe” Markarián tuvo que pasar rápido al banco de suplentes. La gente quedó mareada pasando por ahí...
La “U” no campeona desde el 2013, ¿por qué crees que ha pasado?
-Por los detalles. Todos son detalles. Cristal, Alianza, Melgar, todos entrenan igual. Pero el que campeona es el que se preocupa en los detalles. No necesariamente se trata de ser buenos jugadores y buenas personas para jugar en la “U”, sino de otros componentes, como la personalidad. Ahora es el punto de quiebre.
¿Sientes que este es el año de quiebre?
- Claro. Se está invirtiendo mucha plata. Han traído al “Orejas” Flores, Jorge Fossati debe cobrar bien también. El hincha quiere el título nacional. El otro equipo (Alianza) tiene una semifinal o una final asegurada. Nosotros, no.
¿Es Fossati el entrenador ideal para la “U”?
- Le está yendo bien. Pero de nada sirve ganar 20 partidos, si el otro va a ganar 22. De nada sirve. El otro año es el centenario. ¿Qué vamos a esperar? ¿El centenario?
¿Por qué cuesta que salgan más chicos de la “U” a Primera? ¿De quién depende?
- De todos, no puedo echar la culpa a uno. Yo lo tuve a “Chemo” (del Solar), lo tuve a (Ángel) Comizzo. A ellos no les temblaba la mano para poner a chicos de 18, 19 años. Júntalos con gente grande y listo. Pero qué pasa, que no, qué miedo, que la hinchada va a venir. Eso es lo que falta. Si no, no se hubiese conocido a (Raúl) Ruidíaz, a (Andy) Polo, a “Canchita” Gonzales. ¿Qué otro chico me puedes decir que es de casa, de este plantel de la “U”, que sea titular? Nadie. Porque (Piero) Quispe no es de la “U”, (Nelson) Cabanillas no es de la “U”. Son de la escuela Héctor Chumpitaz. Para mí, es un tema negativo que no saquen chicos. No se debe esperar a que la “U” no tenga para pagar a nadie, se vayan los extranjeros y recién ahí poner a los chicos.
¿Quién debe ser capitán en la “U”? Hoy, es Aldo Corzo
- Tiene que ser Flores, si no quiere ser Andy Polo, el “Orejas”. El club siempre se manejó con los de casa. ¿Por qué cambiar ahora?