Para lograr una formación integral desde los primeros años educativos, ambas actividades: los juegos y estudios, deben balancearse correctamente. Con este objetivo en mente, la especialista de Corefo brinda estas recomendaciones para que los docentes y padres de familia sepan como introducir la diversión de los en sus

Busca juegos adecuados para la edad del niño o niña. 

Entre los 2 y 6 años, los menores pasan por la llamada etapa preoperacional. En ella,  predomina el juego simbólico. En este periodo, el niño puede jugar con objetos cotidianos, como una caja o un auto, para contar historias o crear sus propios mundos. Este tipo de juegos favorece el desarrollo cognitivo, promueve el lenguaje, la socialización, la capacidad imaginativa y la resolución de conflictos. 

Relaciona los juegos con los temas en clase. 

Aprender las formas geométricas, los números y letras pueden convertirse en juegos en clase. De esta forma, el niño puede aprender conceptos de manera más fácil y divertida. El aprendizaje lúdico lo ayudará a permanecer más motivado y atento a las clases. Le corresponde a la docente crear este tipo de actividades.

Promueve el desarrollo integral de mente y cuerpo.

El juego y el aprendizaje no deberían limitarse a lo cognitivo. El juego motor está asociado al movimiento y experimentación con el propio cuerpo.  Los niños  tienen mucha energía y la usan en diferentes movimientos. Siempre es recomendable que se realicen juegos en áreas libres. Sin embargo, mientras continúen las clases virtuales, pueden llevarse a cabo en la sala, en el cuarto o en cualquier lugar de la casa.

Respeta sus decisiones y sus reglas.

La labor del docente de inicial durante los juegos consiste en acompañar y dar soporte. Es preferible que permita que los niños jueguen libremente y decidan quiénes serán sus compañeros de juegos. Si bien el docente puede proponer las actividades, también debe ser consciente de que los niños adaptarán los juegos a sus propios intereses y necesidades. Es necesario que el docente respete estas decisiones, siempre y cuando no afecten la integridad de los estudiantes.

Dales libertad.

Los niños que juegan con libertad aprenden mejor. La autonomía permite que el cerebro se desarrolle con mayor rapidez, pues el niño se acostumbra a resolver problemas de manera natural y adaptarse a su entorno. Recuerda que los mejores juguetes para los niños son cosas que pueda transformar: cajas, telas, bloques, pinturas, papel, etc. Todo lo que le permita crear lo estimulará mejor que un juguete.

BENEFICIOS DE JUGAR:

El juego es una actividad vital y espontánea para todo niño, pues le permite establecer conexiones neuronales representando la realidad. Le ayuda a expresarse y afirmar su identidad. Es una actividad libre y esencial que motiva al niño a establecer reglas y utilizar distintas habilidades: cognitivas, motoras, sociales y comunicativas, explica Rosario Jugo, especialista en educación inicial de Ediciones Corefo.

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