El juego y los juguetes son herramientas de aprendizaje muy poderosas, sobre todo en los primeros años de vida. No solo potencian la creatividad y la imaginación, sino que además ayudan a la coordinación y a desarrollar habilidades físicas y emocionales en los más pequeños.

En un mundo cada vez más saturado de celulares, videojuegos y redes sociales, resulta esencial que los niños regresen a las raíces del juego a través de juguetes que despierten su creatividad y los conecten con las cosas reales. “El juego es un momento de conexión con nuestros hijos. Debemos volver a jugar como lo hacíamos nosotros de pequeños. Lamentablemente, el uso excesivo de tecnología nos está alejando de esa experiencia. Por ello, en esta Navidad debemos regalar juguetes que sean no solo divertidos, sino que también inspiren, enseñen e impacten de manera positiva en el crecimiento infantil”, explica Janina Caballero, gerente de marketing de Basa.

Si buscas el regalo perfecto para tu pequeño, aquí te brindamos cuatro opciones que ofrecen diversión y aprendizaje y dejarán recuerdos inolvidables en familia. Toma nota.

• Bloques de construcción. Muy pocos juguetes garantizan tantas horas de diversión como los bloques de construcción. Entre sus beneficios están el desarrollo de la motricidad fina, la creatividad, la autoestima y el estímulo del pensamiento matemático.

• Diversión en la arena. Además de ser genial, jugar en la arena ofrece muchos beneficios para los niños: desarrolla sus habilidades motoras, fortalece los músculos y refuerza la creatividad. Para este verano, nada mejor que kits con divertidos baldes y accesorios para jugar en la playa.

• Estimulación. Los juguetes de estimulación son muy importantes en la primera infancia, pues ayudan a desarrollar los sentidos y otras habilidades motoras.

• Juegos didácticos. Diseñado para la etapa en la que los niños aprenden a identificar formas y colores, este tipo de juguetes permite a los pequeños de 1 año a más clasificar bloques por forma, color y tamaño; sin duda, una manera divertida de aprender mientras juegan.

• Juguemos con plastilina. Un clásico que no pasa de moda. Al jugar con plastilina, los niños no solo desarrollan habilidades motoras finas, sino que también expresan su imaginación, mejoran la coordinación mano-ojo y aprenden a experimentar con formas y texturas.

Toda esta variedad ya está disponible en Mundo Basa (Jr. Azángaro 387, Lima), en la web y distribuidores autorizados.