La Península Antártica es la parte más septentrional del continente antártico, donde se encuentran bases científicas y militares de varios países, entre ellos Argentina, Chile, y el Reino Unido, que también han reclamado soberanía de esa zona. (Chilean Antarctic Institute / AFP).
La Península Antártica es la parte más septentrional del continente antártico, donde se encuentran bases científicas y militares de varios países, entre ellos Argentina, Chile, y el Reino Unido, que también han reclamado soberanía de esa zona. (Chilean Antarctic Institute / AFP).

La cubierta vegetal de la península Antártica se multiplicó por más de diez en las últimas cuatro décadas, con un calentamiento más rápido que el promedio mundial y olas de calor extremo que derriten los hielos y hacen avanzar a las áreas verdes con , confirma un estudio presentado en .

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Con apoyo de satélites, las universidades de Exeter y Hertfordshire y el British Antarctic Survey concluyeron que ha “reverdecido” por el : la superficie de cubierta vegetal de la Antártica pasó de menos de 1 kilómetro cuadrado en 1986 a casi 12 kilómetros cuadrados en 2021.

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Eso se debe en gran medida al hombre, ya que con la contaminación contribuye al calentamiento global que incide a el deshielo de la Antártica que lleva a la aparición de vegetación al incremento del nivel del agua del mar en las costas.


Avance de las áreas verdes en la Antártica vienen con el deshielo.
Avance de las áreas verdes en la Antártica vienen con el deshielo.


Levantamiento de tierra

Además, investigadores de la Universidad Estatal de Colorado, descubrieron que el levantamiento de la tierra firme –provocado por la elevación del terreno a medida que se derriten los glaciares más pesados– limitaría la contribución de la Antártica a la subida del nivel del mar hasta en un 40% en escenarios de calentamiento bajo, pero la amplificaría en escenarios de calentamiento alto.


Medición científica

Poco se sabía de la estructura de la Tierra subyacente a la Antártica hasta que los científicos lanzaron hace más de 15 años un proyecto llamado POLENET, la Red Polar de Observación de la Tierra. Exploraron la Tierra bajo el continente helado hasta profundidades de cientos de kilómetros utilizando sismógrafos de alta sensibilidad, que miden la velocidad a la que viajan las ondas sísmicas a través de la Tierra. También registraron cómo se elevaba la superficie terrestre con receptores GPS especializados.


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