El Gobierno de Javier Milei otorgó a personas con distintos grados de discapacidad los términos “idiotas”, “imbéciles” y “débiles mentales”, medida que ha sido rechazada por diversas organizaciones de derechos humanos.
La Agencia Nacional de Discapacidad, dependiente del Ministerio de Salud, recuperó estos términos y los clasificó con grados como “profundo”, “moderado” o “leve”, como requisito para quienes perciben pensiones no contributivas.
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Idiotas y débiles mentales
Los “idiotas” serían quienes no leen ni escriben, no atienden sus necesidades básicas y no pueden subsistir solos. En tanto, el “imbécil” sería aquel que no lee ni escribe y atiende sus necesidades elementales. El “débil mental profundo” y el “débil mental leve” ya tienen más habilidades.
Siete organizaciones argentinas de derechos humanos, como la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) interpusieron un reclamo en el que solicitan la derogación urgente de la norma “por violar los derechos de las personas con discapacidad”. “Atenta de modo flagrante contra la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad”, alertaron.
Las organizaciones rechazan que el propio Estado recurra a estos discursos discriminatorios, cuando debe ser el primero en combatirlos.