Italia experimenta un aumento generalizado del número de nuevos casos de infección por sexta semana consecutiva.
Italia experimenta un aumento generalizado del número de nuevos casos de infección por sexta semana consecutiva.

A pesar de la evidencias científicas y las decenas de muertes ocasionadas por el coronavirus, alrededor del 6% de los italianos, cerca de tres millones, piensan que el COVID-19 no existe. Y eso sucede cuando los más de 17,000 nuevos contagios en las últimas 24 horas han obligado al Gobierno a imponer nuevas medidas para contener el virus que entrarán en vigor el próximo lunes ante la cercanía de las navidades.

Además del 5,9% que no cree en la existencia del coronavirus, el 10,9% considera que la vacuna es inútil e ineficaz contra el virus, el 31,4% que es un fármaco experimental y el 12,7% que la ciencia produce más daño que beneficio. Esto según un informe del Centro de Estudios Inversión Social sobre la situación social de Italia.

En el estudio se asegura que “lo irracional se ha infiltrado en el tejido social” del país y que existe entre los italianos “una irrazonable disponibilidad a creer en supersticiones premodernas, prejuicios anticientíficos, teorías infundadas y especulaciones conspirativas”.


Falsas razones

Entre ellas figuran las tecnológicas, con el 19,9% que “considera el 5G como una herramienta muy sofisticada para controlar las mentes de las personas», y negacionismo histórico-científico: el 5,8% está seguro de que la Tierra es plana y el 10% cree que el hombre nunca ha aterrizado en la Luna”.

Además, el 39,9% de los italianos está convencido del “peligro de la sustitución étnica”, al estimar que “la identidad y la cultura nacionales desaparecerán debido a la llegada de los inmigrantes, portadores de una demografía dinámica en comparación con los italianos que ya no tienen hijos, y todo esto sucede por el interés y la voluntad de supuestas luchas opacas y globalistas”, según el estudio, divulgado este viernes.

“Lo irracional se ha infiltrado en el tejido social, tanto en las posiciones escépticas individuales como en los movimientos de protesta que este año han inflamado las calles, y se está recortando un espacio no modesto en el discurso público, conquistando lo más alto de los trending topic en las redes sociales, escalando las listas de ventas de libros, ocupando los focos de la televisión”, se afirma. Y eso incluye al COVID-19.