El cuerpo del Premio Nobel de la Paz Desmond Tutu, fallecido a los 90 años, fue reducido a polvo por aquamación, un nuevo método de cremación basado en la combinación de agua y altas temperaturas, presentado como una alternativa ecológica a los modos de sepultura clásicos.

Luego, las cenizas del arzobispo emérito, a quien Sudáfrica dio el sábado su último adiós en un funeral de Estado, fueron depositadas este domingo en la catedral de San Jorge, en Ciudad del Cabo (suroeste), confirmaron las autoridades religiosas anglicanas.

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¿En qué consiste este método?

Los restos del fallecido se depositan en un gran cilindro metálico y luego se sumergen en un líquido, una mezcla de agua y productos alcalinos.

La sustancia se calienta (alrededor de 150 ºC) y se pone bajo presión, proceso que permite una rápida disolución de las carnes en el interior de la caja.

Después de sólo unas horas, los tejidos del cuerpo (grasas, sangre, proteínas, piel...) son “completamente licuados, y no quedan más que los huesos”, explica el sitio .

Estos huesos son luego reducidos a polvo blanco, colocados en una urna y entregados a los familiares para ser enterrados, como lo será monseñor Desmond Tutu, o depositados en un columbario.

Desde un punto de vista simbólico, el agua se considera más suave que las llamas, y evoca el final de una vida comenzada en el elemento líquido.

Sus defensores destacan sobre todo el beneficio ecológico del método, menos energizante que la cremación por combustión y que emite menos gases de efecto invernadero.

Según la empresa Resomation, con sede en el Reino Unido, el agua consume cinco veces menos energía que el fuego.