El arzobispo de Milán, la diócesis de la Iglesia más importante del mundo, monseñor Mario Delpini, protestó contra el papa Francisco porque tras cuatro Consistorios, el último el 27 de agosto, no ha sido promovido al cardenalato.

Monseñor Delpini eligió un escenario apropiado para sus divagaciones que no le deben causar ninguna gracia a Francisco: la catedral de Como, ciudad cercana a Milán. La ocasión fue la fiesta de San Abbondio, patrono de la ciudad.

La celebración sirvió también para rendir homenaje al obispo Oscar Cantoni, a quién el pontífice creó cardenal hace una semana en el Vaticano junto a otros diecinueve nuevos purpurados venidos de todo el mundo.

Tras el saludo a todos y las felicitaciones al flamante cardenal Cantoni de una ciudad mucho más pequeña y menos importante que Milán, llamada la capital del norte italiano, rico e industrializado, el arzobispo Delpino dijo por el micrófono a los asombrados fieles que era necesario responder a los que se preguntan por qué el Papa prefería Como a Milán.

“Ni el Padre Eterno sabe lo que piensa un jesuita”

Dijo que es difícil interpretar el pensamiento del argentino Jorge Bergoglio y evocó el dicho de que “ni el Padre Eterno sabe lo que piensa un jesuita”, que es la orden a la que pertenece el Papa.

Delpini eligió tres razones para sus divagaciones con pullas al Papa que motivaron los primeros murmullos entre los fieles. El primero fue que “el Papa debe haber pensado que el arzobispo de Milán tiene ya mucho trabajo”. El segundo: “Debe haber pensado que esos ‘fanfarrones’ de Milán (utilizó la expresión dialectal ‘bauscia’) no saben ni siquiera donde está Roma y es mejor no involucrarlos en los problemas de la Iglesia universal”.

La tercera razón fue la más desconcertante: futbolística. ”. “El Papa sugiere al cardenal Cantoni que se ponga del lado de los perdedores, de los más débiles”, añadió.

En el mundo entero se sabe que el Papa Bergoglio es hincha de San Lorenzo. Además River Plate es un equipo con muchos títulos.

No hay dudas de que el arzobispo de Milán no aguantó más. Desde que el Papa lo promovió en julio de 2017, Delpini y muchos se preguntan cómo es posible que el Papa se saltee sistemáticamente a Milán.

Fuente: Diario Clarín de Argentina