Aunque no lo creas, lo que comes puede afectar cómo hueles, y no me refiero al mal aliento. Algunos alimentos tienen compuestos que el cuerpo elimina por el sudor, y ahí empieza el problema.
El ajo, la cebolla, brócoli, coliflor y col tienen compuestos azufrados que, al metabolizarse, dan mal olor al sudor. El curry y el comino también contienen azufre y dejan un olor fuerte en la piel, incluso con solo una porción al día.
La carne roja, si la comes seguido (más de dos veces por semana), puede dificultar la digestión y producir subproductos que se eliminan por el sudor, generando olores desagradables.
El café y el alcohol no huelen mal por sí solos, pero hacen que sudes más, y eso potencia otros olores. Lácteos en exceso, comida chatarra y espárragos también pueden influir. ¿Es malo? No. Pero si notas que hueles distinto, revisa tu plato. Comer bien no solo se nota en la salud, también en cómo huele tu cuerpo.
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