Esta comentarista británica se burló de la cuarentena y amenazó con incumplir medidas sanitarias y "asustar" a quienes se cuidan contra el coronavirus.
Esta comentarista británica se burló de la cuarentena y amenazó con incumplir medidas sanitarias y "asustar" a quienes se cuidan contra el coronavirus.

En medio de la indignación ciudadana que lo reclamaba, Australia deportará a la polémica comentarista británica Katie Hopkins por burlarse de la medida de cuarentena impuesta contra el COVID-19 en el país, que registra desde mediados de junio un rebrote con la letal y muy contagiosa variante Delta (India).

Hopkins, conocida por sus comentarios contra la inmigración y antifeministas, publicó el sábado un video donde se jactaba de la medida de emergencia implementada por Australia contra la pandemia de coronavirus, mientras cumplía con el confinamiento de dos semanas requerido por las autoridades en un centro habilitado.

La británica, que iba a participar en la próxima edición del programa “Big Brother” (Gran Hermano), calificó los confinamientos y el cierre de frontera impuesto en Australia de “fraude” y amenazó con asustar a los trabajadores del centro al abrir la puerta de su habitación sin respetar los protocolos de seguridad sanitaria en medio de la pandemia de el repunte del COVID-19.

La ministra australiana del Interior, Karen Andrews, confirmó este lunes la cancelación del visado de Hopkins en declaraciones a la cadena pública ABC y calificó de “inaceptable” el comportamiento de la británica en medio del repunte del COVID-19 .

La polémica comentarista había recibido un visado especial para entrar a Australia, al igual que celebridades como Matt Damon y Natalie Portman, a pesar de que este país redujo a 3.000 el tope de las entradas semanales desde el exterior y aún tiene pendiente repatriar a más de 34.000 residentes y ciudadanos australianos.

Los comentarios de Hopkins, cuya cuenta Twitter fue suspendida en enero por sus mensajes de odio, se dan en medio del repunte del COVID-19 que mantiene confinados a cerca de la mitad de los 25 millones de australianos.

La nueva ola de Australia tiene como epicentro la ciudad de Sídney, confinada hasta el 30 de julio, y sus alrededores y el coronavirus ya se ha expandido por otras regiones del país, como el estado Victoria, que tiene previsto extender las medidas más allá del martes, cuando terminaba en un principio el periodo de aislamiento impuesto el pasado viernes.

Australia registró este lunes 113 nuevos casos -98 en Sídney, 13 en Victoria y 2 en Australia del Sur- y un muerto, el quinto durante esta ola.


Miles de casos, esto es serio


El país acumula casi 31.900 casos de coronavirus desde el inicio de la pandemia, incluidos 915 muertos, y ha inmunizado con la pauta completa a un 10 por ciento de la población.

El descontento de los australianos le está pasando factura al primer ministro, Scott Morrison, que ha visto como su popularidad disminuye, según una encuesta del diario The Australian, a raíz de la gestión frente al actual rebrote del coronavirus y la campaña de vacunación, atrasada con respecto a las previsiones oficiales.