Los 10 años que cumple Kim Jong-un en el poder no son motivo para festejar en Corea del Norte, ya que en la misma fecha también se recuerda el décimo aniversario de la muerte de su padre, Kim Jong-il, que implica un duelo generalizado en el país, incluso más extenso que en conmemoraciones anteriores.

En ese marco, las autoridades de la dictadura comunista ordenaron a la ciudadanía que no muestre ningún tipo de felicidad o señal de alegría en el período de luto.

Según informaron fuentes norcoreanas a la Radio Free Asia (RFA), las personas tienen prohibido reír, beber alcohol o realizar actividades de ocio que puedan denotar un acto de festejo o esparcimiento.

Habitualmente, los períodos de duelo duran una semana, pero al cumplirse 10 años del fallecimiento de Kim Jong-il, la conmemoración tendrá un plazo de 11 días.

Policías vigilarán cumplimiento del luto

. La radio también informó que los agentes de seguridad recibieron la orden de vigilar a las personas que no se muestren debidamente afectadas por el luto.

Anteriormente, según informa la cadena, muchas personas que eran sorprendidas bebiendo o intoxicadas durante un periodo de luto eran arrestadas y tratadas como criminales ideológicos.

El hijo del fundador de Corea del Norte gobernó desde 1994. Cuando murió de un ataque al corazón a los 69 años, fue sucedido por su tercer y más joven hijo, el actual líder Kim Jong-un. En sus primeros años de gestión ocurrió la devastadora hambruna que causó cientos de miles de muertes.

Actualmente, el empobrecido país se encuentra sometido a múltiples sanciones internacionales por su programa de armas nucleares y misiles balísticos, y ha sufrido escasez crónica de comida. Pyongyang se enfrenta a su peor crisis económica en años, impactada también por el autoimpuesto bloqueo por el Covid-19.