El insomnio que padecía el papa Benedicto XVI fue el “motivo central” de su renuncia en 2013, según reveló él mismo en una carta que envió semanas antes de su muerte a su biógrafo, Peter Seewald, y revelada este viernes por el semanario alemán Focus.

En la misiva, enviada el pasado 28 de octubre, Joseph Ratzinger explica que “el motivo central” de su dimisión al frente de la Iglesia católica en febrero de 2013 fue “el insomnio que (lo) acompañaba sin interrupción desde las Jornadas Mundiales de la Juventud de Colonia”, en agosto de 2005, meses después de haber sucedido a Juan Pablo II.

Su médico personal le recetó por entonces “remedios potentes”, que en un primer momento le permitieron mantener la carga de trabajo. Pero según el papa emérito, los somníferos alcanzaron con el tiempo sus “límites”, mismos que habrían originado además un incidente durante su viaje a México y Cuba en marzo de 2012.

Se cayó en el baño

El médico hizo de tal forma que las heridas no fueran visibles y un nuevo médico personal insistió después del incidente en que se le redujeran los somníferos al papa alemán. También le aconsejó que solo se dejara ver por las mañanas durante sus viajes al extranjero. En la carta, Ratzinger dice ser consciente de que estas restricciones médicas “sólo eran sostenibles por un período corto de tiempo”.

Esa constatación lo llevó a anunciar su dimisión en febrero de 2013, meses antes de las Jornadas Mundiales de la Juventud de Río de Janeiro, que no se veía capaz de “afrontar”. De esa forma, dimitió para que su sucesor, el papa Francisco, pudiera cumplir con la visita a Brasil.

. Su pontificado estuvo marcado por numerosas crisis, como el escándalo Vatileaks en 2012, que dejó al descubierto una amplia red de corrupción en el Vaticano, o los casos de abusos sexuales a menores cometidos por religiosos en varios países del mundo.