“¡Es el Ku Klux Klan!”, exclaman algunos turistas estadounidenses sin saber que se trata de penitentes católicos en procesión, gente de bien y con firmes principios cristianos.
“¡Es el Ku Klux Klan!”, exclaman algunos turistas estadounidenses sin saber que se trata de penitentes católicos en procesión, gente de bien y con firmes principios cristianos.

Con sambenito (túnica) y (sombrero alto de forma cónica), la vestimenta de los penitentes desde tiempos de la Inquisición, fieles salen a las calles esta en el pueblo de Torrent, en Valencia, España.

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El problema es que al ver a los fieles con capirotes, algunos turistas norteamericanos los confundieron con... miembros del grupo supremacista blanco estadounidense .

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Y es que el grupo ilegal racista Ku Klux Klan copió los capirotes, en su caso solo blancos, y aún los usa en reuniones clandestinas en Estados Unidos.

Horror

“¡Es el Ku Klux Klan!”, dicen algunos turistas poco o nada familiarizados con la Semana Santa española cuando ven a los penitentes acompañando procesiones en las calles.

El hermano mayor de la Archicofradía de Jesús de Medinaceli en Madrid, Miguel Ángel Izquierdo, explicó a Euronews que suele ser un comentario bastante habitual todos los años: “Hay que explicarles que no tiene nada que ver”.

Sin embargo, aunque el movimiento supremacista adoptó un traje similar al de los nazarenos, el capirote es muy anterior incluso a la propia fundación de Estados Unidos.

Historia

En España, los primeros sombreros puntiagudos, origen de los actuales capuchones, surgen en el siglo XVI con la Inquisición.

“Durante los autos de fe, la Inquisición imponía a los herejes y a los condenados el ‘sambenito’, un hábito especial, parecido a un poncho, que era una forma de humillación, un castigo visual y un escarnio público. En algunos casos, especialmente cuando se trataba de condenas graves, se remataba con un capirote puntiagudo”, explica a Euronews el historiador David Botello.

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