El dueño puede elegir si atiende o no la llamada de su mascota.
El dueño puede elegir si atiende o no la llamada de su mascota.

Han creado un teléfono para perros y sí funciona muy bien. Además, opera con videollamada, gracias a la investigadora de la Universidad de Glasgow, en Escocia, quien ha desarrollado el dispositivo que parece extraído de ciencia ficción y consiste en una pelota con un acelerómetro que, al registrar movimiento, se conecta con una computadora y lanza una videollamada con el dueño de la mascota.

El proyecto del teléfono para perros, denominado DogPhone, está liderado por Ilyena Hirskyj-Douglas, una especialista en interacción animal-máquina que se desempeña desde hace años en mencionada universidad.

La investigadora dice que esta solución está centrada en las necesidades del perros y no en el dueño ansioso por su amada mascota.

Así se arma el teléfono para el canino.
Así se arma el teléfono para el canino.

La idea principal del teléfono para perros es calamar a las mascotas que sufren ansiedad cuando se quedan solas en casa. Aunque en la actualidad existen una multitud de herramientas para hablar con un perro a distancia —e incluso jugar con él—, este dispositivo le da el control de la situación al animal para llamar cuando lo necesite.

El dueño puede elegir si atiende o no la llamada, así como en qué momento colgar. También puede llamar a su mascota, pero el animal es quien tiene que mover la pelota para contestar. “Esta es solo una forma de demostrar que los perros pueden controlar la tecnología”, refiere a The Guardian Hirskyj-Douglas.


Zack probó teléfono

El teléfono para perros funciona con el movimiento. Cuando el animal lo agita, se realiza el intento de llamada. Si el humano contesta, ambos pueden verse y escucharse. No obstante, puede que en muchas ocasiones la mascota lance llamadas por error, refiere el periodista Javier Marquez, de .

En un la fase experimental de siete días para teléfono para perros, Zack, el perro de Douglas, hizo un total de 35 llamadas, es decir, registró un promedio de unas cinco por día. “Zack me llamó pero no estaba interesado en nuestra llamada, sino que estaba buscando cosas en su cama”, señala Hirskyj-Douglas.