Un sujeto fue captado por las cámara de una iglesia en pleno robo dentro del recinto religioso.

Todo sucedió en la ciudad de Urdesa, en , cuando el sujeto, que vestía una chompa celeste y pantalón blanco, se ubica estratégicamente detrás de una señorita que oraba de rodillas y que dejó sus pertenencias en la banca y a espaldas de ella.

Esta situación fue aprovechada por el ratero que, no lo pensó dos veces, y robó a la jovencita. Sin embargo, antes de irse, el delincuente toca una imagen y se persigna.

¿Sabrá que hay un Dios que todo lo ve?